El color púrpura y su origen

 


Ilustración superior obtenida  de National Geographic, cuadro de la parte inferior 
Dolce Far niente de John William Godward, 1906


Todos sabemos que el púrpura siempre fue un color relacionado con las altas clases en la antigüedad, y siempre característico de los emperadores romanos. ¿Pero cuál es el origen de esto y el por qué?

Su origen se remonta a los fenicios. Estos eran conocidos por su gran hegemonía comercial en el Mediterráneo. La ciudad de Tiro fue un gran ejemplo de ello, siendo uno de los epicentros económicos gracias a una industria algo peculiar, la industria tintorera. Según la leyenda, fue el dios Melqart quién descubrió que de la matanza de unos caracoles carnívoros, cuyo nombre es murex brandaris, surgía un tinte de color púrpura rojizo. Esto no es más que una leyenda, pero lo cierto es que los fenicios explotaron  la comercialización de este tinte, llegando a llamarse púrpura de Tiro. En griego, el término phoínx, usado para referirse al conjunto de ciudades-estado de la costa del levante Mediterráneo, podía usarse para referirse al color púrpura rojizo ¿Pero porque era usado sólo por las altas clases? La fabricación de este tinte era muy costosa. Se necesitaban matar al menos 12,000 murex para producir 1,4 gramos de tinta. Además, para producir este tinte no solo bastaba con machacar a estos moluscos, sino que se deben dejar pudrirse para obtener el color deseado. Esto producía un olor insoportable de putrefacción que provocaba que fuese más compleja la obtención del tinte y que las fábricas tuvieran que encontrarse fuera de las ciudades. Incluso se crearon numerosas colonias fenicias solo para ello, como Almuñécar en España. Este difícil y caro método de obtención dió lugar a que las prendas púrpuras fuesen muy costosas en el mercado y pudieran permitirselas muy pocas personas. Esto dió lugar a que poco a poco el color púrpura se pusiese de moda entre los más ricos, convirtiéndose en el color característico de poder y riquezas.

Durante el siglo IV a. C., tras la toma de Tiro por parte de Alejandro Magno, la fabricación y comercio de este tinte iría apagándose. Posteriormente, el Imperio romano se apropiaría de sus dominios resucitando su producción. Su uso se limitó principalmente al Senado y más tarde a los emperadores e incluso en cierto momento se llegó a prohibir para  cualquier persona que no fuese el emperador o miembro de la familia real. 




Mosaico donde se aprecia un murex (Desconozco su ubicación)




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