Película Pompeya

 


Pompeya, estrenada en 2014, tiene como trama principal la historia de amor entre Milo, un esclavo convertido en gladiador, y Cassia, una patricia romana. Todo ello durante los últimos días de la ciudad. A pesar de que visualmente es una gran película, tiene numerosos fallos históricos. 


Lo primero es que la película gira en torno a un tópico dentro de las películas ambientadas en la Antigua Roma, la gladiatura, y ahí está el primer gran fallo. Podemos ver a los gladiadores como esclavos obligados a luchar entre ellos, de los cuales muy pocos sobreviven. Recordemos que la gladiatura era un deporte, y aunque había esclavos obligados a luchar, muchos eran voluntarios. Además, aunque es cierto que morían muchos, eran solo una pequeña parte del total, no interesaba que muriesen, ya que significaba una importante pérdida de dinero para él que dirigía la escuela de gladiadores a la que pertenecía. Por otro lado, no encontramos árbitros, que los había siempre, y ninguno aparece vestido y armado como sabemos que iban los gladiadores. 





Hay otros muchos fallos menores como que Corvus, un senador, vaya siempre con una coraza y no la característica vestimenta de senador, además de que aparece siempre acompañado de guardias pretorianos, los cuales escoltaban exclusivamente al emperador. El uniforme de los pretorianos, similar al que encontramos en Gladiator, es totalmente erróneo. 



En cuanto a la recreación de la ciudad en la película, comete algunos fallos más que significativos. Por ejemplo, encontramos que tiene puerto, cuando se ha comprobado que en esa época Pompeya estaba a un kilómetro del mar, donde lógicamente sí se encontraba el puerto. Por otro lado, en esa época Pompeya sufría grandes terremotos y muchos edificios estaban abandonados o en reconstrucción. En la película no solo no vemos edificios en construcción como deberíamos, sino que el senador Corvus plantea invertir en la construcción de un circo y un anfiteatro, algo absurdo en una ciudad que sufría terremotos de forma muy habitual. 



Como último punto a destacar, la erupción del Vesubio y la destrucción de la ciudad es más espectacular que real, siendo la principal causa de la muerte de los pompeyanos, los gases y la ceniza desprendida del volcán, cuando en la película vemos bolas de fuego, un maremoto y la aparición de grietas en el suelo. Si todo esto último hubiese ocurrido como en el filme, no tendríamos restos tan bien conservados hoy en día. Eso sí, debemos entender esa separación del rigor histórico como una forma de hacer más atractiva la película.



Película Gladiator

 


Que Gladiator es una gran película es algo que todos sabemos, pero al igual que muchas grandes producciones de Hollywood, tiene numerosos errores históricos. La finalidad de esta publicación no es criticar la película, si no aprender historia a partir de ella y señalar aquello que no debemos de “creernos” de ella.


Al principio de la película, ocurre un hecho clave en la trama. El emperador Marco Aurelio es asesinado por su hijo Cómodo, sin embargo, murió por viruela. Tampoco es cierto que nombrara heredero a Máximo y no a su hijo, el cual en realidad fue nombrado heredero nada más nacer. Además la relación entre padre e hijo era muy buena. Cómodo además reinó tres años junto a Marco Aurelio y doce en solitario, más tiempo que el corto período que parece narrar la película. Algo cierto es que Cómodo combatió como gladiador en el Coliseo, un espectáculo que le encantaba y se le daba muy bien. Siempre ganó sus combates en la arena y ningún gladiador fue capaz de derrotarlo en combate, llegando a registrarse más de 700 combates con Cómodo presente, aunque se debe decir que era probable que combatiera con mejores armas que las que usaban los gladiadores. El emperador acabó sus días estrangulado en la bañera por el luchador Narciso, no en la arena de combate como aparece en la película. En cuanto al protagonista, Máximo, es un personaje totalmente ficticio, algo entendible ya que hablamos de una película. Debemos añadir también que no está basado en ningún personaje real.







Cómodo en combate, comparación de la película con una ilustración de Milek Jakubiec



La mayoría de la película gira en torno a la gladiatura, pero esta no tiene nada que ver con cómo la vemos en la película. Debemos tener en cuenta que era un deporte y si, moría gente, pero muy poca comparado con los combates a muerte que podemos ver. La película no refleja para nada el mundo real de los gladiadores. Recordemos que había distintos tipos de gladiadores, el secutor, el tracio, el murmillo, reciario...etc, y ninguno aparece en la película. Otro dato es que el famoso casco que porta el protagonista está totalmente inventado y no se asemeja ni de lejos a los que se llegaron a utilizar en la arena, al igual que el resto de cascos que podemos ver. 






Comparación de un combate de gladiadores. Podemos ver a los combatientes con sus respectivos armamentos según el tipo de gladiador que son y controlados por un árbitro, el summa rudis. Ilustración de Peter Connolly.





Vayámonos ahora con los “fallos visuales” y secundarios que tiene la película. Esta comienza con una batalla contra tribus germanas la cual contiene numerosos errores. Para empezar los legionarios llevan una vestimenta muy similar a la real pero con muchos fallos, destacando el casco que usan y que lleven el gladius a la izquierda y no a la derecha. También la caballería es totalmente errónea, sólo aciertan en el uso de escudos ovalados. Al igual que los soldados romanos, los germanos dejan mucho que desar. Un detalle menos importante pero que debemos mencionar, es el uso de catapultas en la batalla. Estas, al igual que las demás armas de asedio que aparecen en la película, nunca eran usadas en una batalla campal, solo en el caso de asedios. 



Recreación histórica del legionario romano e imágenes de la película. Vemos claramente lo diferente que son los cascos


Comparación de la caballería en la realidad y en la película


Por otro lado, se puede ver en los estandartes la legión Felix III. Esta legión nunca existió o al menos no hay ninguna evidencia de que ninguna legión tuviese ese nombre. A pesar de todo lo mencionado, no podemos olvidar el uniforme que utilizan los pretorianos. La guardia pretoriana en batalla iba igual que el resto de legionarios, diferenciándose sólo por los escudos, llevando unos ovalados y no rectangulares, y por otros pequeños detalles. En la película, aparecen con toda la armadura metálica de color negro, cascos rarísimos con penachos morados, y capas moradas. Además de otros errores menores. Como vemos podríamos decir que están totalmente inventados, a parte de que el púrpura era un tinte exclusivo de emperadores y de gente de muy alta clase y adinerada. Es entendible que cambien cosas para que la película resulte más atractiva visualmente, pero se podría hacer perfectamente respetando lo correctamente histórico en todo momento, y no inventandose al completo al pretoriano romano.


Diferencias del pretoriano en la película y en la vida real.


Otros errores menos importantes que podemos encontrar en la película son los siguientes:

-El nombre Máximo Décimo Meridio no es correcto. Lo correcto sería usar Décimo

- Meridio Máximo, pues Máximo es el cognomen y Décimo el praenomen.

-En la película se afirma que Marco Aurelio prohibió las luchas de gladiadores en Roma pero el auténtico emperador tan solo prohibió los combates de gladiadores en Antioquía.

-En la primera imagen panorámica de la antigua ciudad se observan varios edificios que no existían en esa época. 

Son mucho más los errores que encontramos, como por ejemplo en el uso del latín. Sin embargo, no vamos a entrar en más detalles. Como hemos dicho al principio, más que criticar queremos utilizar esto para aprender, pues toda crítica carece de sentido si no es utilizada para el aprendizaje.


El sueldo de los legionarios romanos

 


Imagen inferior del videojuego Imperator: Rome 


En muchas ocasiones habremos oído que los soldados romanos eran pagados con sal, y que de ahí viene la palabra salario (salarium), pero no es verdad. La paga de un soldado siempre se llamó stipendium. Solo los soldados de la Vía Salaria (por la que llegaba la sal a Roma) y en torno al 500 a.C, eran pagados con sal.

Los legionarios cobraban en sestercios, siendo estos de plata y los cuales equivalían cada uno a un cuarto de denario. En tiempos de la República estos cobraban 450 sestercios al año, cantidad que fue doblada por Julio César. Esos 900 se repartían en tres pagos al año de 300 de cada uno. En el año 89 d.C Domiciano subió cada pago a 400, haciendo un total de 1200 sestercios al año. Caracalla, en torno al año 211 d.C,  la incrementó considerablemente, lo que provocó las críticas de senadores como Dión Casio. Macrino su sucesor, decidió recuperar los sueldos anteriores a Caracalla, lo que provocó su derrocamiento.


Sin embargo, la cantidad variaba muchísimo. Por un lado debían contribuir a un fondo funerario, aunque también recibían sobresueldos para comprar artículos que necesitasen. Luchar con valentía también era recompensado, pudiendo recibir los títulos de sesquipliciarus y duplicarius, que les hacían cobrar un 50% más o el doble, respectivamente. Al jubilarse cada legionario cobraba 12.000 sestercios. Otra fuente de ingreso eran los donativos, así como la bonificación que cada nuevo emperador solía conceder al ascender al trono, normalmente una suma de 300 sestercios. También otra fuente de ingresos importantes provenía de los botines de guerra. En cada unidad el portaestandarte hacía de banquero, y en cada cuartel había una especie de banco donde cada legionario podía depositar sus ahorros, hasta un total de 1000 desde Domiciano. 


Si hacemos comparativas, en los siglos I y II d. C, un centurión cobraba hasta 20.000 sestercios. El valor de un medimno de trigo (31 kg aprox.) era de 3 sestercios y el de una pequeña granja era aproximadamente de 100.000. Para entrar en el senado, debías tener una riqueza de 1,2 millones, aunque eso se quedaba ridículo para Séneca, quien llegó a tener 300 millones. 



Hoja del libro Legiones de Roma (Stephen Dando Collins)


Bibliografía: 

-Legiones de Roma: La historia definitiva de todas las legiones imperiales romanas (Stephen Dando Collins)



El trofeo griego

 

Ilustración superior de Sandra Delgado, inferior de Steve Noon


En el mundo griego, la guerra siempre estaba acompañada de ceremonias y rituales religiosos, como por ejemplo la dedicación a los dioses de parte del botín. Este incluía armas capturadas al bando vencido, las cuales eran llevadas a los santuarios para exhibirlas, a excepción de una parte, las mejores que encontraban, que se quedaban en el campo de batallas en forma de trofeo. Levantar un trofeo era un símbolo y un recuerdo de la victoria, además de un rito establecido dentro de la guerra hoplita. Su carácter sagrado, explica que  estuviera protegido por una sanción religiosa y se respetase, evitando su destrucción por el enemigo, a pesar de ser un recuerdo de derrota para ellos. 

Desconocemos el origen de este ritual, ya que no existen testimonios textuales ni arqueológicos antes del siglo V a. C. El trofeo, podía ser o una especie de monumento duradero, o bien un “maniquí” de madera vestido con las armas de los vencidos, dándole  una apariencia humana. Una de las primeras menciones  que tenemos sobre este segundo tipo, es en la obra de Esquilo Los siete contra Tebas (467 a. C.), cuando el rey tebano Eteocles promete a los dioses que si consigue la victoria, levantará un trofeo vestido de armas enemigas, entre otras cosas. El origen de la palabra “trofeo” lo encontramos en “tropaion”, que procede del vocablo griego “trope”, que significaba vuelta, ya que se construía cerca del  lugar donde el ejército enemigo comenzaba a retirarse, y por tanto donde comenzaba la victoria. Normalmente se colocaban colgando sobre el tronco de un árbol o sobre una estaca de armas. Junto a él, podía colocarse una inscripción conmemorativa. Curiosamente, cuando no había una victoria clara de ningún bando y ambos la reclamaban, se podían levantar dos trofeos, como ocurrió en la histórica batalla de Mantinea (362 a. C.). 

Lo que está claro es que no había trofeo sin victoria y victoria sin trofeo. El trofeo griego era un claro ejemplo de la unión guerra y religión, la cual fue durante mucho tiempo la base del mundo griego. Una unión que veremos además a lo largo de toda la historia.


Bibliografía: 

-Desperta Ferro Historia Antigua y medieval  n.º 37 "Tebas victoriosa" (Artículo de María del Mar Gabaldón Martínez)


La Legio X Equestris y qué fue de ella



 Ilustración inferior de Peter Dennis


Conocida como la Legio X Equestris, esta legión llegó a ser la  más famosa de su tiempo y la favorita de Julio César. Fue creada por este último en algún momento del siglo I a. C. y sirvió junto a él durante la guerra de las Galias y gran parte de la segunda guerra civil romana. Tales fueron sus éxitos y su lealtad que César la tomó como su guardia personal. A pesar de todo ello, las fuentes no vuelven a hablar de tal legión tras la muerte de su creador y líder. ¿Qué fue de ella entonces?. La hipótesis que más ha sido aceptada desde su publicación en  es la de Theodor Mommsen, quien afirmaba que tras el asesinato de Julio César, la legión se convirtió en la Legio X Gémina de Marco Antonio. Sin embargo, son muchos los historiadores actuales que no están de acuerdo con él, y desacreditan su teoría.

Pero por otro lado, también  se encontraba en esos tiempos otra Décima Legión, la Legio X Fretensis, de Augusto, y esta ha hecho dudar a los historiadores si la famosa Legio X Equestris pudo convertirse en la Fretensis. Una nueva hipótesis con bastante fuerza es la defendida por Stephen Dando-Collins. Esta afirma que tras la batalla del Estrecho de Otranto, en el contexto de la segunda guerra civil de la República romana, la famosa legión de Julio César  adoptó el nombre de fretensis, que significa "del estrecho", y tras la muerte de César fue heredada por Augusto. Esta será muy importante en la historia del imperio romano y sobrevivirá hasta el siglo IV D.C, cuándo se dejará de oír de ella, de la posible famosa legión de Julio César, la famosa Legio X Equestris.


Bibliografía: 

-Legiones de Roma: La historia definitiva de todas las legiones imperiales romanas (Stephen Dando Collins)

Los colores que vestían los soldados romanos



Ilustración inferior de Ángel García Pinto
 

Desde que tenemos recuerdo hemos visto a los romanos vestidos de rojo, sin embargo, no todos iban de ese color. El rojo era el color utilizado por los romanos para los estandartes y con el que más se identificaban, posiblemente porque se consideraban descendientes de Marte, dios de la guerra, y este era representado por el color rojo, ya que así es la sangre. Además, era un color muy usado por muchas civilizaciones en la antigüedad, y especialmente los romanos hicieron gran uso de él, tanto en el aspecto militar, como en el artístico o religioso. El imperio persa aqueménida por ejemplo,  usaba el color rojo en sus estandartes por ser un tinte muy duradero (lo cual depende también depende de cómo se produjese el tinte), pero podría ser un buen motivo de por qué los romanos hicieron tanto uso de él.  

En cuanto a los legionarios, hoy en día se debate cuál era el color de sus uniformes. Lo primero a tener en cuenta es que en aquellos tiempos no había uniformes como tales, simplemente, se les exigía a los soldados unos requisitos generales y estándares en el armamento, pero dentro de estos, el casco, la coraza o color de túnica variaba. También hay que tener en cuenta que las túnicas de los soldados cambiaban según donde se encontraban, ya que utilizaban los recursos que tenían a su alcance y que se comercializaban en la zona. 

En el siglo II d. C., Arriano describió las túnicas que llevaba la caballería durante los ejercicios de distintos colores, aunque la mayoría de color rojo. Vitruvio, un famoso arquitecto romano, afirmaba que los tintes más baratos y fáciles de obtener eran el rojo y el amarillo. Por otro lado, se piensa que el azul se habría usado exclusivamente por los infantes de marina, a excepción  de la Legio XXX Ulpia Victrix, la cual iba de azul, a pesar de no ser marineros, ya que uno de sus emblemas era el dios Neptuno. También hay fuentes que hablan de que para los desfiles se usaba el blanco. Muchos historiadores también defienden la idea de que es muy probable de que hubiesen muchos soldados con las túnicas sin tintar, quedandose de color blanco grisáceo, ya que estaban hechas de lana.  Una versión también existente, indica que el rojo se reservaba para las batallas y las túnicas de color blanco grisáceo sin teñir para el campamento y otras tareas. Si hablamos de túnicas decoradas, debemos irnos hasta el Bajo Imperio, de donde tenemos fuentes visuales.



Legionario romano sin armamento (Graham Summer)



Romano del Bajo Imperio

En resumen, lo más probable es que una gran cantidad de legionarios fueran de rojo, pero también de otros colores y tonos. Dependiendo principalmente de la zona, la legión, época...etc.


Bibliografía:

-La guardia pretoriana en combate I: El equipamiento. (Artículo académico de A. Raúl Menéndez Argüín)

-Legiones de Roma: La historia definitiva de todas las legiones imperiales romanas (Stephen Dando   Collins)

-En torno al origen de las enseñas militares en la antigüedad ( Fernando Quesada Sanz)


La música en las legiones romanas

 


Ilustración superior de Peter Dennis


Todas las legiones contaban con una serie de hombres desarmados, con una apariencia similar a la del portaestandarte, que llevaban consigo instrumentos como el cornu, la buccina o el lituus. Sin embargo, no hay constancia de que tocaran música sobre la marcha. Por el contrario, sí sabemos que su función principal era la de transmitir órdenes tanto en la batalla como en la marcha. Estos músicos vestían de forma ligera, pudiendo ir menos o más protegidos, utilizando desde chalecos de cuero sobre las túnicas hasta lóricas squamata o hamata. Además, solían llevar cabezas de animales o gorras de piel encima de sus cascos. Aunque no se tiene mucha información sobre la música militar romana, se ha llegado a la conclusión de que no se hacía uso de instrumentos de percusión como el tambor. 



Instrumentos romanos

Lo que sí sabemos con certeza es que los legionarios tenían sus propios cánticos, pues así lo indican varios autores romanos en algunas fuentes escritas. Cuando marchaban y durante los desfiles de los triunfos, se les permitía incluso hacer cánticos donde ridiculizaban a su general. Un ejemplo de ello fue durante un triunfo de Julio César, donde se sabe que sus tropas se reían de él por medio de canciones hablando de su posible homosexualidad.


Bibliografía: 

-Legiones de Roma: La historia definitiva de todas las legiones imperiales romanas (Stephen Dando Collins)


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