¿Quiénes eran los Reyes Magos?

 

Magos de Oriente. Verdad y curiosidades Reyes Magos

Imágenes obtenidas de freepik.es 

Hace dos mil años, en un establo de la ciudad de Belén, nació un niño considerado el Hijo de Dios. Ocurrió además que tres reyes magos, llamados Melchor, Gaspar y Baltasar, se presentaron ante él tras un largo viaje desde oriente siguiendo una estrella. Adoraron al recién nacido y le regalaron incienso, oro y mirra. Así nos lo cuenta la tradición, pero, ¿qué hay de cierto en todo esto?, ¿qué sabemos sobre estos personajes?, ¿existieron?


Para conocer la realidad detrás de toda historia, debemos comenzar por su origen, que en este caso es el Evangelio de Mateo , de finales del s. II d.C. (Nieto y Torres, 2024), el único evangelio que nos habla de ellos. El autor de esta obra nos habla unos “magos de las partes de oriente”, que aparecen en Jerusalén ante el rey Herodes preguntando por el rey de los judíos que ha nacido, pues vieron su estrella y vienen a postrarse ante él. Herodes, tras convocar, a los sumos sacerdotes y a los escribas del pueblo, les responde que según la profecía debía nacer en Belén. Una vez allí: “Entraron en la casa y vieron al niño con María, su madre, y se postraron ante él. Luego abrieron sus cofres y le ofrecieron como regalos oro, incienso y mirra”. Si comparamos este pasaje con la historia que nos ha llegado, encontramos grandes diferencias, y es que muchos elementos son añadidos posteriores que irán surgiendo a lo largo del tiempo con el objetivo de completar la historia y responder a las cuestiones que surgen al intentar conocer a estos personajes. Establecer un origen y una cronología exactos sobre cada uno de los elementos añadidos resulta muy complejo y en muchos casos imposible, por lo que no podemos presentar la evolución exacta de la historia de los reyes magos. No obstante, sí una evolución aproximada, como haremos a continuación.


Lo único que conocían los primeros cristianos acerca de estas misteriosas e importantes figuras es lo relatado en el Evangelio de Mateo. Es por ello, que como hemos comentado, empiezan a surgir diferentes cuestiones y por tanto consecuentes teorías o suposiciones. Una de ellas es su número. En las primeras representaciones que tenemos de la Adoración de los Magos entre los siglos III-IV d.C. el número varía entre dos y cuatro, aunque también encontramos números más grandes en otras tradiciones como entre los coptos, dónde aparecen doce (U. de Navarra). Aunque en la primera representación que conocemos, una pintura perteneciente a la Capella Greca de las catacumbas de Priscila (Roma), aparece ya el número exacto de tres. La suposición de este número parece que fue el vencedor, cifra que ya defendía el teólogo Orígenes de Alejandría, del siglo III s. C. El motivo parece ser sencillo. Según piensan la mayoría de expertos de este tema, la idea de que fueran tres magos provendría de asociar el número de personas al número de regalos (incienso, oro y mirra). Cada regalo sería de un mago. Además, este número siempre ha tenido mucha importancia en el plano de la religión, como bien sabemos. La tradición repitió esta suposición, como vemos en distintos evangelios apócrifos que iremos comentando a continuación, hasta que el papa León I lo oficializa en el s. V d.C.  


Quiénes eran los Reyes Magos

Representación de los Magos en número de tres en una pintura de la Capella 
Greca en las catacumbas de Priscila, Roma) (s. II d.C.). 
Imagen obtenida de  (enlace)

Quiénes eran los Reyes Magos de Oriente. Verdad y curiosidades Reyes Magos

Representación de los Magos en número de dos en una pintura de la 
Catacumba de los Santos Pedro y Marcelino, Roma (s. IV d.C.).
Imagen obtenida de (enlace).

La cuestión de los nombres resulta más compleja, siendo su origen desconocido. Los nombres irían variando según el lugar y el tiempo, así como presentando variaciones al traducirse de un idioma a otro. Los que trascendieron y que conocemos hoy en día, “Melchor, Gaspar y Baltasar”,en su versión castellanizada, los encontramos por primera vez en el siglo VI d.C. (aunque ya encontramos formas parecidas antes). Por un lado, tenemos el muy conocido mosaico de la Basílica de San Apolinar Nuovo en Rávena, donde aparecen escritos junto a las figuras. Por otro lado, tenemos el Evangelio Armenio de la Infancia, un texto apócrifo cuya datación resulta compleja y varía según el autor, aunque podría situarse en el siglo mencionado. Este texto resulta de lo más interesante, ya que nos relata una gran historia detrás de los magos, y que respondería al gran interés que fue surgiendo acerca de estos personajes. Entre muchas cosas que nos cuentan, cómo que iban acompañados de un gran ejército de 12.000 jinetes, se nos dice lo siguiente: “Y los reyes de los magos eran tres hermanos: el primero, Melkon, que imperaba sobre los persas; el segundo, Baltasar, que prevalecía sobre los indios; y el tercero, Gaspar, que poseía el país de los árabes”. Aquí vemos no solo los nombres, sino la mención a que eran reyes, idea que ha perdurado hasta hoy, además de sus nacionalidades y curiosamente, que serían hermanos. Fueron muchas las historias que fueron surgiendo acerca de los magos, cada una con sus diferencias y similitudes. 


Quiénes eran los Reyes Magos de Oriente. Verdad y curiosidades Reyes Magos

La adoración de los Magos en un mosaico de la Basílica de 
San Apolinar Nuovo, Rávena (s. VI d.C.).
Imagen obtenida de (enlace).

El Evangelio árabe de la Infancia, tal vez del siglo VII d.C. (U. de Navarra), nos habla, entre muchas otras cosas, de que los magos eran tres hijos de reyes persas, una versión diferente a la del otro evangelio apócrifo. Como curiosidad, sitúa el nacimiento de Jesús en una cueva, un elemento muy común en los textos apócrifos. Otro texto que mencionaremos es el Evangelio de pseudo-Mateo, cuya datación podría situarse entre los siglos V-VI d.C. (Nieto y Torres, 2024), en él, aparece la idea antes mencionada de que cada regalo pertenecía a un mago, siendo tres por supuesto. Además cada uno le ofreció al recién nacido una pieza de oro. 


El sentido de cada uno de los regalos es un tema que como el resto surgiría y evolucionaría con el paso del tiempo. “Según el Papa San Gregorio I Magno (540-604 d.C.), se ofrece oro a Jesucristo cuando se le venera como a rey del mundo, incienso cuando se le adora como a verdadero Dios y mirra, cuando se conmemora su humanidad” (U. de Navarra). En el Excerptiones Patrum, texto atribuido erróneamente al erudito y monje anglosajón Beda el Venerable (673-735 d.C.), se nos dice lo siguiente: “El primero de los Magos fue Melchor, un anciano de larga cabellera cana y luenga barba…fue él quien ofreció el oro, símbolo de la realeza divina. El segundo, llamado Gaspar, joven, imberbe, de tez blanca y rosada, honró a Jesús ofreciéndole incienso, símbolo de la divinidad. El tercero, llamado Baltasar, de tez morena, testimonió ofreciéndole mirra, que significa que el Hijo del Hombre debía morir”. Aquí se muestra también la cuestión de las edades, representando cada mago una edad del hombre. Aunque la versión que nos llegará será la que encontramos en la obra Catalogus Sanctorum (s. XV) de Petrus de Natalibus, donde Melchor tenía sesenta años, Gaspar cuarenta y Baltasar veinte. Volviendo a Excerptiones Patrum, también vemos por primera vez a Baltasar con la piel negra, y así lo veremos representado, eso sí, no hasta el el s. XV. Y es que “a partir del siglo XIV, por la vocación ecuménica de los predicadores y en el contexto de los viajes y descubrimientos de la época, un simbolismo inédito hasta entonces identificó a los tres Magos con los tres hijos de Noé: Sem, Cam y Jafet, que según el Antiguo Testamento, representaban las tres partes del mundo y las tres razas humanas que lo poblaban. De este modo, Melchor pasó a simbolizar a los herederos de Jafet, los europeos; Gaspar representaría a los semitas de Asia; Baltasar personificaría a los hijos de Cam, los africanos. De ahí arranca asimismo la tradición de representar a los Magos montados sobre animales correspondientes a sus geografías: un caballo, un dromedario y un elefante, respectivamente” (U. de Navarra). Vemos que con el paso del tiempo se les fue dotando de un importante simbolismo, representando cada uno una parte del mundo y a una edad del ser humano, representando la adoración de todas la humanidad ante el nuevo Mesías.


Quiénes eran los Reyes Magos de Oriente

"La Adoración de los Reyes Magos" (1565 - 1570), Luis de Morales. 
Conservado en el Museo del Prado (Madrid). 
Imagen obtenida de (enlace).

Como hemos visto, casi todo lo que conocemos de los magos que según el Evangelio de Mateo adoraron a Jesús, proviene de una larga tradición que surgió a partir de suposiciones y leyendas, siendo algunas las que se mantendrían con el paso del tiempo, y siendo otras abandonadas o no heredadas por la tradición cristiana occidental. Muchas de estas ideas serían recogidas y expandidas por textos apócrifos que no tendrían porqué ser el origen de las historias o ideas que contienen, sino sobre todo la puesta en escrito y recopilación de leyendas transmitidas de forma oral. El relato de los magos y su adoración iría construyéndose con el paso del tiempo, siendo muy tratado en la antigüedad tardía y principios de la Edad Media, hasta que se conformaría la historia que nos ha llegado hasta nuestros días, así como lo que representan. 


Una vez separados los elementos entre los que forman parte del pasaje original y los que fueron añadiendose a lo largo de la tradición cristiana, volvemos al Evangelio de Mateo para tratar los aquí presentes, y analizar por tanto directamente quienes eran aquellos personajes. La realidad es que todo lo que conocemos del nacimiento de Jesús, como defienden gran parte de los entendidos de este campo, es ficticio. Conforme los seguidores de Jesús fueron creciendo y se fue formando la religión, fueron surgiendo cuestiones y preguntas acerca de la vida y divinidad de Jesús, siendo su nacimiento algo clave en ello. Era un tema recurrente en todas las religiones de la época. Ante la falta de conocimiento de cómo se produjo este acontecimiento, debió ocurrir como con la historia de los Reyes Magos, surgirían ideas divergentes que irían uniéndose y abandonandose a la vez que se construirían uno o varios relatos que se transmitirían durante los primeros años de la tradición cristiana. Es por ello que en el evangelio de Marcos, el más antiguo, datado aproximadamente entre el 60-75 d.C. (Nieto y Torres, 2024), no se nos cuenta nada acerca del nacimiento. Será más tarde cuando aparezca la historia del nacimiento, exactamente en los evangelios de Lucas y Mateo, ambos del 80-95 d. C. (Nieto y Torres, 2024). El de Juan por su parte tampoco menciona nada, seguramente porque en la tradición que ellos seguían, no debió haber tanta preocupación por este tema o no buscaron darle respuesta. Los evangelios que sí tratan la cuestión del nacimiento, Lucas y Mateo, no presentan una simultáneo historicidad. Si bien tienen puntos en común como la anunciación, la virginidad de María, y Belén como el lugar del nacimiento, hay muchos elementos contradictorios. De hecho, a diferencia de la versión más conocida procedente de Lucas de Jesús naciendo en un establo, según el autor de Mateo, Jesús nació en su propia casa en Belén: "Entraron en la casa y vieron al niño con María”. Por tanto, la imágen de los Magos entrando en un establo es errónea, no aparece en el Nuevo Testamento, y surge de la mezcla de ambos relatos por la tradición posterior. Volviendo a la línea principal tratada, si bien este es un tema que para muchos es cuestión de fe, desde el análisis del historiador, se entiende que la aparición y adoración de los Magos, no es sino un elemento legendario que el autor de Mateo introduce en el relato del nacimiento de Jesús. Debemos por tanto, no intentar descubrir quienes eran en realidad, sino que representan o simbolizan.


Y eso nos lleva a la primera e inevitable pregunta, ¿qué era un “mago”? Esta era: “una palabra persa que designaba a los miembros de la casta sacerdotal, término adoptado en el mundo griego para designar a sabios, teólogos y astrólogos de diversa procedencia oriental. La actitud del mundo helenístico y romano hacia los magos y la magia es ambigua. Entre los judíos predominaba la visión negativa (véase Dn 2,2-10), por lo cual cabe constatar el efecto sorpresa de este episodio narrado por Mt.” (Antonio Piñero, 2021).


Quiénes eran los Reyes Magos. Verdad y curiosidades Reyes Magos

Sacerdotes zoroástricos, religión predominante del Imperio Persa. Grabado de 'Usi e Costumi di Tutti i Popoli dell'Universo' de Borroni y Scotti", 1860. Imágen obtenida de (enlace).


La adoración de unos magos ante Jesús, podría representar, cómo interpretan la mayoría de estudiosos, el reconocimiento y la reverencia de los más sabios de la época, y de las demás religiones, ante el nuevo Dios. Aquellos que leyesen este pasaje, sin duda pensarían que si sabios de otras religiones fueron a adorar a Jesús, este sería el único y verdadero.  La utilización de magos para transmitir este mensaje, a pesar de la visión negativa dentro del judaísmo hacia estos, y más allá de que esté escrito directamente en griego (koiné) es una muestra de que el cristianismo nace en un contexto cultural griego además de judío. Un detalle también a mencionar en relación a la palabra “mago”, es que su origen persa debió de ser el motivo por el que la tradición cristiana en época antigua soliese atribuir la nacionalidad persa a estos personajes. 


Los otros dos elementos a comentar que aparecen en el pasaje son los regalos y la estrella. La interpretación que se le da al significado de los regalos actual, ya hemos visto que surgió tiempo después. El sentido original pudo ser, o bien ese, o bien alguno que desconocemos, o directamente no tener ninguno exacto. El oro, el incienso y la mirra, eran elementos típicos en las ofrendas religiosas en la antigüedad. Seguramente no signficasen nada individualmente, sino que lo que el autor nos quería decir con estos presentes, es que los magos lo trataron como a un Dios. En cuanto a la estrella, la tradición nos ha hecho llegar de que se trataba tanto de una estrella fija como de una en movimiento, es decir un cometa. En el Evangelio de Mateo, los Magos dicen lo siguiente: “¿Dónde está el rey de los judíos que ha nacido? Pues vimos su estrella en oriente y hemos venido a postrarnos ante él”. Es decir, dicen que han visto la estrella del “rey de los judíos”, es decir, de Jesús. Resulta muy interesante el comentario que hace Antonio Piñero sobre ello: “gr. áster, «estrella» o «planeta», pero no cometa (kometés). La idea de que cada ser humano tiene su estrella se halla ya en Platón (Timeo 41, d) y era una creencia popular en el ámbito de la astrología (véase Clemente de Alejandría, Eclogae 55.1; Excerpta ex Theodoto 69-71;Hipólito, Refutatio IV 1-7; Evangelio de Judas, 42,7-8), aunque combatida por los ilustrados (véase Plinio el Viejo, Historia natural II 28). El tema no es bíblico; aparece una sola vez en Nm 24,17, donde el profeta Balaán habla de la estrella de Jacob que se levanta” (Antonio Piñero, 2021). Si cada ser humano tenía su estrella, cuando Jesús nació, debió aparecer una nueva. La cuestión aquí es que si Jesús era el Hijo de Dios, sin duda su estrella debería brillar más que el resto, idea que vemos en los evangelios apócrifos. El autor de Mateo recurre a esta creencia astrológica para explicar el porqué de la llegada de los Magos. Además de dar “un argumento científico” a favor de la divinidad de Jesús.


Quiénes eran los Reyes Magos

"La Adoración de los Reyes Magos" (1609), Rubens. 
Conservado en el Museo del Prado (Madrid).

Todas estas historias que nacen para explicar aspectos de la vida de Jesús y la nueva religión así como para resolver cuestiones y preguntas ante temas que se desconocían, como el nacimiento, se enfrentarían a constantes añadidos fantásticos así como a intentos de ser explicadas. Que las figuras de los Magos naciesen para convencer a los no creyentes de la naturaleza divina auténtica de Jesús con la adoración de los sabios de otras religiones, no quiere decir que no se intentase con el paso del tiempo explicar o buscar sentido a estos personajes o a este acontecimiento. ¿No seguimos a día de hoy intentando comprender quienes eran y el porqué de su adoración? Cuestión de la que nace este texto. En definitiva, todo apunta a que estas legendarias figuras fueron creadas con un sentido simbólico para mostrar al mundo a Jesús como el verdadero y único Mesías y Dios en la Tierra. Como toda leyenda contada de boca en boca, el relato iría construyéndose hasta quedar reflejada en el Evangelio de Mateo. Y tras ello, ante las muchas dudas sobre estos personajes que irán surgiendo, se irán creando todo tipo de ideas sobre ellos creando la tradición todo lo que se dice de ellos hoy en día. Desde entonces, existiesen o no, fuesen pocos o muchos, visitan las casas de muchos niños cada año trayendo ilusión a las casas.


-Bibliografía y notas: 

-González, E. "Los Evangelios Apócrifos" (digitalizados por la Universidad de Granada

-Nieto, J. M. y Torres J. M.(2024) "Historia de la literatura cristiana en la Antigüedad" , Ciudad Nueva

-Piñero, A. (2021) "Los libros del Nuevo Testamento. Traducción y comentario", Trotta.

-Universidad de Navarra (2013), Guía de la exposición: "Los Reyes Magos. Entre los textos y el arte".


Notas: Las citas al Evangelio de Mateo proceden de la traducción de la obra de Antonio Piñero, las de Excerptiones Patrum, de la guía de la exposición de la Universidad de Granada. El resto, de la obra de Edmundo González.






No hay comentarios:

Publicar un comentario

Entradas populares