El discóbolo de Mirón

 



Es una escultura que podemos datar en torno al año 455 a. C. Como ocurre con muchas obras de la estatuaria griega, en realidad no conservamos el original, que seguramente fuera realizado en bronce, sino que lo que conservamos son copias en mármol realizadas a partir del original griego hoy perdido.

La escultura representa un joven desnudo con cuerpo de atleta que se dispone a lanzar un disco. Mirón representó a múltiples atletas quienes plasmaban el ideal de belleza clásico pero sin duda esta es su obra más conocida. Conociendo su trayectoria artística es posible que esta obra plasmase un atleta conocido en la época aunque algunos historiadores han relacionado la obra con el mito de Jacinto amante de Apolo. El dios del sol habría matado accidentalmente al joven Jacinto con un disco y de la sangre de su joven amante habría brotado la flor que lleva su nombre.

Su cuerpo, en tensión, contrasta con el rostro sereno. Pese a todo Mirón logra captar de manera sublime el movimiento en acto, parece como si el disco del joven atleta fuera a salir disparado de un momento a otro. Es un movimiento tranquilo y meditado pero a la vez potente, típico de aquél que sabe lo que debe llevar a cabo. Fue realizada en una época de transición entre el estilo severo y el primer clasicismo griego. Esto se refleja en que si bien el movimiento en acto describe la nueva estética clasicista, Mirón no consigue desligarse completamente de ciertos elementos arcaizantes como la cabeza inmóvil, una ligera sonrisa arcaica en el rostro del atleta o el pelo que permanece demasiado pegado a la cabeza y al rostro. Además la influencia egipcia característica en muchas esculturas arcaicas también está presente aquí, mientras el torso y el rostro se representan de frente, las piernas y los brazos aparecen de lado.

De entre las copias conocidas, tenemos la llamada Lancelotti (la que vemos en la imagen), que se encuentra en el Museo Nazionale Romano junto a el Discóbolo de Castelporziano. Otra copia notable es la que se encuentra en el Museo Británico, la cual tiene la cabeza en una posición equivocada, un error de restauración.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Entradas populares