Son muchos los falsos mitos que existen sobre la sexualidad en la antigua roma, como los bacanales y las orgías. En una fiesta romana normal, si dos personas querían mantener relaciones sexuales, se retiraban a una sala aparte en privado. En el imaginario popular, las bacanales son un sinónimo de desenfreno sexual sin límites, sin embargo, no se sabe mucho de ellos debido al secretismo y ocultismo con el que se llevaban a cabo. Tito Livio, la principal fuente que nos ha llegado hasta nuestros días, hablaba, según él, de simples rumores. Los bacanales, eran fiestas en honor al dios Baco las cuales se celebraban 5 veces al mes, y donde se buscaba el placer como una forma de llegar a conectar con el dios . Llegaron a Roma por influencia griega en torno al 200 a. C. En ese contexto de desesperación moral en el que muchas familias habían perdido a sus varones en la segunda guerra púnica , cultos mistéricos como este se presentaban como una alternativa atractiva. Originalmente sólo se permitían mujeres, sin embargo, finalmente se admitieron hombres.
El miedo por parte del Senado y las autoridades hacia este culto, llevaron a prohibir en su mayoría los bacanales en el 186 a. C., condenando a muerte a aquellos que lo incumplieran. Sí, los famosos bacanales celebrados en Roma duraron apenas 20 años. El Senado no quiso acabar el culto a Baco, pero si lo limitó, ya que era impensable ir en contra de un dios. Recordemos que en Roma eran muy importantes los valores y los pilares tradicionales romanos, y que un culto de origen extranjero envuelto de secretismo se extendiese entre la población era un peligro para la estabilidad del pueblo romano.
En cuanto al sexo en grupo, no hay ninguna evidencia de que fuese algo común en los bacanales. El secretismo que envolvía a este culto, ha hecho que no sepamos cómo eran realmente los bacanales, sin embargo, podemos asegurar que lo que dice la cultura popular sobre ellos, forma más parte del imaginario colectivo que de la realidad.
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