Tito y el sitio de Jerusalén

 

Ataque a Jerusalén. Saqueo del Templo. Tito. Vespasiano.


Casi toda Judea había sido sometida, pero todavía quedaba lo más importante, Jerusalén. El asesinato de Nerón y la inestabilidad política de Roma en esos momentos hicieron que Vespasiano tuviera que detener su ofensiva y retirarse el año 69 d.C a Alejandría. Le  encomendó a su hijo Tito la tarea de completar la ofensiva. Tito reforzó su ejército con nuevas tropas, incluida la Legio XII Fulminata, la cual había perdido su águila contra los judíos durante unos años antes. Estaba terminando abril cuando Tito llegó a Jerusalén junto a tres de sus legiones, a quienes se les unió más tarde la Legio X Fretensis. Tito mandó a construir dos campamentos alrededor de la ciudad. Esta, tenía tres murallas y un millón de judíos dispuestos a luchar entre ellas.

Ataque a Jerusalén. Saqueo del Templo. Tito. Vespasiano.

Armas de asedio romanas (Peter Dennis)


El 25 de mayo, tras un constante hostigamiento por parte de ambos contingentes, los romanos consiguieron llegar a la muralla y abrir una brecha. Los rebeldes judíos se vieron obligados a huir hacia la segunda muralla, perdiendo el control de la Ciudad Nueva. La segunda muralla más alta y gruesa que la anterior, lo que daba esperanzas a los judíos. Para lamento de estos, tras cinco días de duras luchas, se abrió una brecha y una de las torres defensivas se derrumbó. Los soldados romanos, motivados por el triunfo, comenzaron a  perseguir a los judíos que huían a la última muralla. Una fuerte resistencia y las estrechas calles que hacían de los romanos un blanco fácil para la emboscada, hicieron que estos tuvieran que retirarse de nuevo a la segunda muralla.


Ataque a Jerusalén. Saqueo del Templo. Tito. Vespasiano.

El complicado avance romano por las calles de la ciudad (Peter Dennis)


Pocos días después, consiguieron abrirse paso hasta la Fortaleza Antonia y la explanada del Templo. Tito interrumpió el asedio unos días para dar descanso a sus tropas, a las cuales solo les quedaba un último anillo defensivo por tomar, la primera muralla.

Ataque a Jerusalén. Saqueo del Templo. Tito. Vespasiano.


Reanudado el combate tras la negativa a negociar por parte de los judíos, las legiones recibieron la orden de ocupar la Ciudad Alta y la Fortaleza Antonina, defendias por  Simón Bar Giora y Juan de Giscala respectivamente. Para este último asalto, más complejo que los anteriores, cada legión tuvo que construir una rampa de asedio. Tras diecisiete días de trabajo, las salidas y hostigamiento de los defensores provocó la destrucción de varias de las rampas y de gran parte de las máquinas de asedio, haciendo perder la posición a los romanos. Por suerte para estos, Tito llegó con refuerzos, salvando la situación. El general, tras perder la mayoría de la maquinaria de asedio y no disponer de suficiente madera, optó entonces por una nueva táctica. Se contruyó un terraplén alrededor de la ciudad impiendo la salida de los defensores, lo que dió lugar a la escacez de alimentos entre los judíos, y por ende el caos entre ellos. Tras varios días de luchas y ataques fallidos entre ambos bandos, la Fortaleza Antonina cayó. Su captura dió acceso al Templo, que terminó siendo tomado por los romanos a pesar de la destacable y desesperada defensa de los defensores.


Ataque a Jerusalén. Saqueo del Templo. Tito. Vespasiano.

Asalto al acceso del Templo (Peter Dennis)




Ataque a Jerusalén. Saqueo del Templo. Tito. Vespasiano.

Toma de la explanada del Templo (Peter Connolly)




Durante el ataque, un legionario lanzó una antorcha incendiandolo. Tito ordenó a sus oficiales extinguir el fuego, pero sin éxito. En el caos provocado, las tropas romanas asaltaron su interior asesinando a los defensores y saqueando sus tesoros. 

Ataque a Jerusalén. Saqueo del Templo. Tito. Vespasiano.

Legionarios romanos robando la menorá del Templo (Radu Oltean)

La baja moral de los defensores junto al hambre que sufrían, dió lugar a deserciones entre los propios judíos. El ataque romano era ya imparable. Solo quedaba el palacio de Herodes, la pieza más fuerte defensivamente. Cuando los romanos consiguieron abrir una brecha en esta, los defensores huyeron sin luchar. El resto de la ciudad cayó rapidamente, y los líderes judíos capturados mientras intenraban escapar. Los días posteriores a la toma de la ciudad se caracterizó por las persecuciones, el pillaje, el saqueo...etc. Tras cuatro duros meses, Jerusalén había caido, aunque la revuelta no había sido aplastada todavía.

Fuente: 

-Desperta Ferro Historia Antigua y medieval  n.º 23 "La Primera Guerra Judeo-Romana"

-Legiones de Roma: La historia definitiva de todas las legiones imperiales romanas (Stephen Dando Collins)



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